“El castillo ambulante”, que creciĆ³ a la sombra de la gran “El viaje de Chihiro”, nos ofrece viajar a un mundo mĆ”gico y de fantasĆ­a, como viene siendo habitual en el Estudio Ghibli, pero que no posee la carga social y polĆ­tica de otras producciones como “NausicaƤ del Valle del Viento”, “Laputa” o “La princesa Mononoke”. Con un estilo mĆ”s cercano a obras menores y con menos carga simbĆ³lica, nos narra un precioso cuento sin dejar de lado algunas enseƱanzas moralistas tĆ­picas de Miyazaki en una historia recomendada a todos los pĆŗblicos.




Argumento


Sophie, una joven que trabaja en una tienda de sombreros heredada de su difunto padre, tiene la desgracia de toparse con Howl en su camino mientras se dirigƭa a visitar a su hermana. Este hecho levantarƔ las suspicacias de la Bruja del PƔramo, la cual la maldecirƔ convirtiƩndola en una anciana y a no poder contar lo sucedido.

Ni corta ni perezosa, Sophie, con sus 70 aƱos a cuestas, se dirigirƔ en busca del castillo ambulante del mago Howl para que la ayude a romper el maleficio, asunto bastante complicado si tenemos que tener en cuenta que no puede explicƔrselo.

Poco a poco la amistad entre Sophie y Howl se irĆ” haciendo mĆ”s fuerte y su estancia en el “Castillo Ambulante” la llevarĆ” a vivir numerosas aventuras y a conocer un poco mĆ”s de sĆ­ misma y de los que la rodean.

Apartado tƩcnico


La pelĆ­cula que nos presenta Miyazaki tiene el sello de calidad inconfundible del Estudio Ghibli y no aporta ningĆŗn tipo de novedad en dicho campo. Ni siquiera llega a ser una consagraciĆ³n como director, simplemente es otra producciĆ³n mĆ”s que no destaca ni por argumento ni por animaciĆ³n, aunque si se ha de comparar con otras obras ajenas al Estudio, destaca enormemente por su calidad en la animaciĆ³n, por su fluidez, por su banda sonora y por el logrado conjunto final.

Seguramente como premio a su merecida carrera, Miyazaki y Ghibli recibieron por la pelĆ­cula numerosos premios entre los aƱos 2004 y 2005, como el “Premio del PĆŗblico a la mejor pelĆ­cula” en el festival de Sitges o el “Golden Osella” en la Mostra de Venecia.

Dibujo y AnimaciĆ³n



Muy acorde con “El viaje de Chihiro”, ademĆ”s de muy cercanas en la fecha, “El castillo ambulante” nos trae la muy conocida animaciĆ³n con el tĆ­pico sello “ghibli” en el diseƱo de personajes y en la colocaciĆ³n de una figura femenina como centro de la historia. El diseƱo de personajes es igual de bueno que en pelĆ­culas cercanas en el tiempo como la ya citada Chihiro o como “La princesa Mononoke”. Caras redondeadas, cuerpos proporcionados, lo Ćŗnico que destaca es la clara intenciĆ³n occidentalizadora en el diseƱo de personajes, encarnado por el encantador Howl, representado como el mĆ”s puro “gentleman” inglĆ©s tanto en sus facciones como en sus movimientos. El diseƱo de Sophie es el estĆ”ndar para mujeres protagonistas, no se diferencia en exceso de NausicaƤ, de Shita o de San, no representa ni un cambio como pudo parecernos Chihiro, es el mismo tipo de mujer, aunque desde luego, con valores diferentes a los de las protagonistas citadas.

Los entornos y los interiores como siempre en el caso que hablamos de este estudio estĆ”n sobradamente cuidados: la mezcla de la animaciĆ³n tradicional, con coloraciĆ³n mediante acuarelas, tan tĆ­pica en estos casos, se une a la perfecciĆ³n con el uso del ordenador, del cual no se abusa y que agradecemos, porque no crea un todo artificial y nos da la sensaciĆ³n de calor y de una realidad lejana.
Con respecto a la animaciĆ³n, que decir que no se haya dicho ya. Es simplemente soberbia. Fluida, rica y exquisita como era de esperar, es un valor seguro en Miyazaki, que sabe utilizarlo a su favor en todas las ocasiones. Ver una pelĆ­cula del Estudio Ghibli por Miyazaki es garantĆ­a de ver algo bien hecho y trabajado, de tener ante los ojos una verdadera obra de arte mirada al milĆ­metro, con unos movimientos que nos recuerdan mucho a los de los hombres y mujeres japoneses, lo que producirĆ” en los occidentales algunos choques – no me imagino a muchas chicas corriendo como Sophie si no quieren ser tildadas de cursis –, pero que, una vez superada esa pequeƱa diferencia cultural, nos abre los ojos con unos estupendos y bien equilibrados efectos especiales marca Ghibli. Sin embargo, no aporta nada nuevo, bebiendo de los avances en animaciĆ³n de otras pelĆ­culas anteriores.

La banda sonora y los efectos de sonido



Como era de esperar, la banda sonora corre a manos de Joe Hisaishi, el gran maestro compositor que da vida a las pelĆ­culas a travĆ©s de sus partituras. En esta ocasiĆ³n encontramos un uso profuso del piano como elemento musical principal de la producciĆ³n, acompaƱado por la orquestra, creando una atmĆ³sfera de cuento tradicional, pero con un punto japonĆ©s e innovador que siempre es de agradecer. La mĆŗsica en su mayorĆ­a estĆ” tocada por una orquestra, en donde destacan los instrumentos de viento con un deje de violĆ­n, creando piezas que recuerdan a la mĆŗsica de salĆ³n del siglo XIX.
La canciĆ³n principal de la banda sonora es “The promise of the world”, una pieza cantada por Chieko Baisho, que ofrece una hermosa voz mĆ”s grave de lo acostumbrado, que contrasta con el piano.

Los efectos de sonido son siempre curiosos cuando hablamos de Miyazaki, pero siguen en su lĆ­nea, y estĆ”n producidos por Anime Sound Production, creando esa atmĆ³sfera especial, sin destacar por encima de la banda sonora, en una buena combinaciĆ³n como suele pasar en estas producciones, con la certeza de que ahora ambos tipos de sonidos viven en perfecta simbiosis y no produce tanto rechazo como las pelĆ­culas de los aƱos 80 o inicios de los 90 del mismo estudio.

El doblaje

En conocimiento personal sĆ³lo puedo aƱadir que Ćŗnicamente lo he escuchado en castellano de EspaƱa y en JaponĆ©s y como siempre, el japonĆ©s es la mejor opciĆ³n, porque, aunque se esfuercen en EspaƱa por realizar un doblaje decente, el japonĆ©s estĆ” a aƱos luz. No pienso ni destacar los nombres de los espaƱoles para no llenarlos de vergĆ¼enza al destrozar el conjunto con sus voces de pito y situaciones forzadas, sin dejar fluir los sentimientos de los personajes y olvidando que no se trata de una pelĆ­cula para niƱos y que no deben impostar las voces.

El doblaje japonĆ©s es mucho mejor, destacando a Chieko Baisho en su excelente trabajo como Sophie y como cantante de la banda sonora, aunque no ha aparecido en un gran nĆŗmero de animes, destacando su papel en Mobile Suit Gundam como Kamaria Ray en su papel mĆ”s conocido. Encontramos a Takuya Himura como Howl, que es mĆ”s actor de dramas japoneses (telenovelas japonesas) y como Memerink en Trinity Blood (TV).

OpiniĆ³n personal




“El castillo ambulante” – Howl’s moving castle –se basa en una obra homĆ³nima de la autora britĆ”nica Diana Wynne Jones y digo basa porque no copia mĆ”s que la lĆ­nea argumental principal para luego hacer una interpretaciĆ³n propia de la obra. Dicha acciĆ³n ya era conocida por la autora del libro, la cual no se opuso en ningĆŗn momento, confianza la cual es de agradecer y que se hace agradar encontrĆ”ndonos con una pequeƱa obra de arte. Miyazaki nos presenta un proyecto dirigido de nuevo a todos los pĆŗblicos, casi un cuento de hadas, pero con mĆ”s posibilidades interpretativas que los convencionales de Walt Disney. En un tono mĆ”s relajado, Miyazaki nos hablarĆ” de factores como la guerra, la cobardĆ­a, el valor, el amor, el coraje y la amistad a los cuales ya nos tiene acostumbrados en sus obras.

Sin embargo, a pesar de que la pelĆ­cula me dejĆ³ un buen sabor de boca porque yo soy partidaria de los “happy end”, “El castillo ambulante” no supone ningĆŗn tipo de innovaciĆ³n ni en tĆ©cnica, argumento o en ritmo. Es otra obra mĆ”s. No quisiera pensar que mi estimado sensei Miyazaki ha tocado techo a la hora de presentarnos obras transgresoras, pero desde luego que ni Chihiro, ni Ponyo ni Ć©sta llegan a la categorĆ­a de NausicaƤ o de Laputa. Sigue teniendo un arte especial para deleitarnos con una serie de moralejas, pero el tono es tan relajado que esta pelĆ­cula no pasa de ser un simple entretenimiento agradable para la mente, los ojos y oĆ­dos, pero no nos deja ese regustillo pensativo en el que a muchos nos gusta sumirnos despuĆ©s de ver una pelĆ­cula de un director reconocido. No puedo decir que sea un bodrio – perdonadme por la palabra, pero preferĆ­a eso a otra mĆ”s malsonante - , simplemente, esperas una cosa un poco mĆ”s de Miyazaki.

Salvo este punto de diferencia y de cambio de rumbo del Estudio Ghibli a la hora de realizar el argumento de una pelĆ­cula, la falta del tĆ­pico mensaje de denuncia que una espera del luchador Miyazaki, “El castillo ambulante” es una obra perfecta para esa tarde del domingo en familia. Con un 10 en animaciĆ³n, otro 10 en banda sonora y con un 3 en el doblaje espaƱol – si eres valiente y lees rĆ”pido los subtĆ­tulos, escĆŗchala en japonĆ©s original, seguramente no te arrepientas- es ideal para verla con mĆ”s gente o para dejarla de fondo en una reuniĆ³n familiar para tener a los niƱos entretenidos. Pero desde luego le falta el punto que hace que pase de una pelĆ­cula bonita a una obra de culto.

Lo mejor: La animaciĆ³n y la banda sonora como siempre son perfectas.

Lo peor: El ritmo de la pelƭcula. El argumento si buscas algo mƔs.

Ficha TĆ©cnica


Nombre Original: ćƒć‚¦ćƒ«ć®å‹•ćåŸŽ (Hauru no Ugoku Shiro) Howl's Moving Castle

Director: Hayao Miyazaki

Estudio: Estudio Ghibli

AƱo: 2004

GĆ©nero: FantasĆ­a, aventura, romance

Categorƭa: shƓjo

DuraciĆ³n: 119 minutos

MĆŗsica: Joe Hisaishi