¿Qué sucede cuando casas “Death Note” con “Naruto”? Pues que acaban consumando su matrimonio y teniendo un hijo llamado “Soul Eater”, que es el manga del que vamos a hablar este mes en la sección de manga del mes. Acción, aventuras, combates, técnicas secretas y un toque de ecchi son la fusión perfecta para este nuevo shônen que hace poco que acaba de aterrizar en tierras hispanas editado por Norma. ¿No lo conoces aún?



99 almas humanas y 1 de bruja

“Soul Eater” explica la historia de Maka y de su guadaña Soul Eater. Al ser un shônen de aventuras la trama principal será que Soul se coma las 99 almas humanas malvadas y la de bruja para estar completa y ser una “Guadaña de muerte”. Maka es la técnico de Soul y por tanto una Shinigami que estudia en la academia Shibusen (o "Escuela Vocacional para Técnicos y Armas de Shinigami") junto a otros personajes que aparecerán pronto en el manga: Black Star y su arma Tsubaki Nakatsukasa, que se convierte en una serie de armas ninja; y Death, el hijo de la Muerte, el shinigami encargado de la academia, junto a sus dos armas Patty y Liz Thompson, que son transformadas en pistolas. Estos dos personajes, unidos a Maka, formarán los tres grupos que aparecerán en la historia como compañeros de escuela y además buscadores de la perfección para sus armas, para que a su vez éstas puedan ser utilizadas por los shinigamis en su trabajo.

Parece ser (y digo parece porque con estas series nunca se sabe) que la trama principal (de momento y en los primeros tomos, a saber como acaba el manga) es la pelea contra la bruja Medusa, que además se hace pasar por la enfermera de la academia Shibusen, y que tiene como objetivo crear el próximo dios demonio o Kishin. Por lo que parece tanto las brujas como los shinigamis están en guerra, o se considera a las primeras como generalmente malvadas y a los shinigamis como protectores del bien, aunque claro, para gustos los colores y no siempre será así.

Para conseguir su objetivo final, la bruja Medusa, asociada a la serpiente como su animal fetiche y protector, creó a Ragnarok, la espada del demonio y futuro posible Kishin. Ragnarok está creado a partir de la sangre negra e implantado en Crona, hija/hijo de Medusa. Lo de hija/hijo es que no se conoce exactamente el sexo al que puede pertenecer ya que en el japonés original lo dejaron de forma neutra, por lo que en la traducción al castellano lo tratan de chico al no tener nosotros un género neutro y por tanto una traducción similar.

Así pues, Ragnarok, arma de Crona, reside en la sangre de éste y adopta la forma de una suerte de katana extraña con boca, cuyo único afán es crecer y como las death-scyther, devorar almas, aunque en este caso le resulta indiferente el hecho de que sean de humanos inocentes.

Es en el primer combate contra Crona y Ragnarok cuando Soul es herido profundamente en el pecho cuando intentaba proteger a Maka, resultando infectado por la sangre negra, corrompiéndole primero a él y posteriormente a su técnico. Pero es el afán de superación y combate tras combate, enfrentándose a los enemigos que la malvada bruja Medusa pone en su camino, que van adquiriendo experiencia y nuevas técnicas secretas y especiales, además de pelear en conjunción con sus otros compañeros de academia.



En un principio, estuvo el manga

Como ya hemos dicho con anterioridad, “Soul Eater” es una historia original del mangaka Atsushi Okubo, que con este manga se asienta en la esfera internacional del cómic, trayéndonos una de esas series shônen típicamente inacabables al más puro estilo “Naruto”, “Bleach” o “One Piece”. Okubo no es un artista muy conocido, es más, podríamos decir que “Soul Eater” es su segunda historia seria y la primera que serializa con tanto éxito.

En un principio, cuando terminó sus estudios en la Escuela de Manga, trabajó como asistente de Rando Ayamine en el manga “Get Backers” durante dos años, por lo que después decidió comenzar su camino en solitario después de ganar el premio Square Enix's Gangan magazine con su manga “B.Ichi”, publicado en 4 volúmenes por esa editorial. Así pues, y tras el éxito de “B.Ichi”, se explica que la misma editorial volviera a apostar por él y en la misma revista para la que había ganado el premio, comenzó a publicar la popular “Soul Eater”.

Con respecto a la edición española, “Soul Eater” está editado por Norma Editorial con su edición tankôbon, a 7,50 €, publicado a la japonesa, es decir, con el sentido de lectura al revés del occidental y con sobrecubierta.

Con respecto al dibujo y a la obra en sí decir que los dibujos de Okubo son típicamente shônen, así que no encontraremos sorpresas, ni para bien ni para mal. Sus dibujos son más que correctos, e incluso podemos ver que en ocasiones pueden llegar a la voluptuosidad en las féminas, asunto que se agradece después de tanto “palo andante”. Los diseños de personajes son correctos dentro del mundo en el que se inscribe: vestimentas y peinados imposibles que a su vez destacan partes de la personalidad de los personajes a los que están destinados.

Tanto para diseños de exteriores, como interiores, como uso de tramas y entintado poco vamos a poder añadir, son correctos en su ejecución, y como ya se ha dicho con anterioridad, no se van a encontrar sorpresas con respecto a este punto, así pues, encontraremos un manga bien equilibrado entre historia y dibujo.

La opinión de Ysora sobre el manga

Si tuviera que dar una opinión personal directa y sin rodeos os diría: “Soul Eater” es un shônen más de lo mismo, pero que por algún extraño motivo destaca. Y vosotros os preguntaréis ¿por qué dice Ysora que destaca?

Llevo varios años leyendo manga, aunque eso no me otorgue el poder mágico de poder decir: esta serie es buena, la recomiendo; esta serie no vale nada, ni te la leas. Simplemente reconozco que sobre gustos no hay nada escrito y lo que a mí me puede parecer una obra de arte a otro le horrorizará. Pero de tanto en cuando encuentras algunas series de las que piensas que te guste o no el género, puedan interesarte. “Soul Eater” puede pasar por ello y quizás eso explique su éxito en Japón y un éxito parcial en tierras occidentales, porque no se ha podido comparar a éxitos de otros grandes shônen como “Naruto” o “One Piece”.

Desde que Toriyama inventase la fórmula “Dragon Ball” hemos asistido al nacimiento de muchos shônen del mismo corte. Si antes encontrábamos más variedad o intentos de parecer diferentes, parece ser que la fusión de técnicas a lo “Sailor Moon” (me vais a perdonar la licencia, pero eso de gritar la técnica antes de realizar un ataque o de ir consiguiéndolas como quien las bloquea de un videojuego, más que de “Dragon Ball”, que también los tiene, es más sailor que otra cosa, porque uno puede entender que sea una palabra clave que desemboca una técnica secreta, pero gritarla en plan “en nombre de la luna te destruiré” queda un poco… Bunny Tsukino) junto a los combates interminables es una fórmula que funciona a la perfección y es lo que principalmente encontraremos aquí.

De todas formas, lo que muchos shônens intentan y no consiguen, es enganchar. Aquí se logra: por el humor, por los personajes, por la trama que pronto se descubre, por un enemigo principal carismático que es la bruja Medusa y por la creación de un mundo en el que el lector ya está familiarizado y por lo tanto, asegura el éxito. Sin embargo, la utilización de esos puntos que ya hemos visto hasta la saciedad puede crear aburrimiento y hastío en lectores que buscan algo nuevo y fresco, porque en esta ocasión, la fórmula se repite por enésima vez.

Además hay que unirle el ya hecho perpetuo de la utilización de ecchi para animar a los lectores (masculinos y jóvenes) con unos personajes muy voluptuosos y en muchas ocasiones, ligeros de ropa, como suele pasar con la bruja Blair, por lo cual puede parecer que si no se usa este recurso el manga no pueda triunfar si no es por su argumento, y esto es algo achacable a este manga, por desgracia.

Sin embargo, “Soul Eater” es un manga bastante divertido, que te puede soltar la carcajada incluso si el género no te gusta especialmente o si estás aburrido de ello, por lo que cogerlo y verlo puede ser incluso divertido.

Ficha técnica

Nombre original: Soul Eater ソウルイーター(Sōru Ītā)
Autor: Atsushi Okubo
Editorial original japonesa : Square Enix
Estudio de animación: BONES
Fecha de publicación original: 24/06/2003
Categoría: acción, aventura, comedia
Género: Shônen
Tomos: 18 tomos (de momento)
Capítulos del anime: 51







Soul Eater se anima

BONES ha sido el estudio que se ha encargado de animar “Soul Eater”, obra original del mangaka Atsushi Okubo.

Diseño simplón de los protagonistas, en un estilo de dibujo desenfadado y algo simple, perfecto para el carácter de la serie, donde las expresiones de los personajes se cuidan al máximo. El diseñador de los personajes del anime fue Yoshiyuki Ito, que también dio forma a los personajes de Fullmetal Alchemist. En lo que se refiere a los escenarios aún más simples, casi infantiles, en los que se introduce animación digital en ciertos momentos: sobre todo en el edificio de Shibusen.

La animación es excelente, marca de la casa BONES, dándole a la trama un ritmo que sin llegar a ser rápido no es cansino, perfecto para desarrollar la historia. Las batallas son el plato fuerte de esta animación, incrementando el ritmo y la espectacularidad de estas escenas. Sin embargo, existen personajes de relleno que no poseen color a pesar de que se mueven e interactúan con el escenario, aunque la falta de color está preparada.

La BSO estuvo a cargo de Taku Iwasaki, que consta entre sus obras las bandas sonoras de Yakitate!! Japan, Get Backers y Tengen Toppa Gurren Laggan: Gurren hen, entre otros trabajos.

Una OST variada, de temas que van desde lo orquestal, pasando por el piano, hasta ritmos más tipo pop, que son los usados en los openings y endings.

Consta de 2 openings, ambos en el video. El primero se denomina Resonance, a cargo de TM Revolution, el segundo, Papermoon, fue interpretado por Tommy heavenly6. A su vez, 4 endings para finalizar los capítulos: I wanna be de Stance Punk, Style obra de Kana Nishino, Bakusou Yumeuta de Diggy-MO y Strength de Abingdon Boys School.


En lo que se refiere al doblaje este es excelente, los dobladores dan perfectamente con la tecla de la personalidad de sus personajes, otorgandoles una voz que concuerda con esta.

A destacar el doblaje de Chiaki Omigawa, Maka Alban (también Jun Kamigamo en Natsu no Arashi!), Kouki Uchiyama, como Soul Eater Evans (Masaji en Beyond), siendo este doblaje uno de sus primeros trabajos en el negocio. A estos se les une la experiencia de Mamoru Miyano, como Death the Kid (Ligth enDeath Note, Kiba en Wolf’s Rain o Moondoggie en Eureka Seven por citar algunos trabajos) y Yumiko Kobayashi en la voz de Black Star (también en Love Hina como Sarah o Pokota en Slayers Revolution).

La opinión de Zent sobre el anime

Vuelve BONES a sorprender con la calidad de sus producciones, que a nivel gráfico se cuidan con mimo. Ya se vio con los casos de RahXephon, Darker than Black o Cowboy Bebopentre otros. Sin embargo, a la hora de hacer comparativas de “Soul Eater” con alguna producción anterior, la más lógica es la de Fullmetal Alchemist, debido no sólo a que el diseñador de personajes fuese el mismo (lo cual se aprecia en diversos momentos de forma muy clara), sino por el hecho de que a pesar de seguir el guión establecido por la obra original llegó a un punto donde se dio la disyuntiva de rellenar o manipular la trama.

Se optó por la segunda opción, más esta reestructuración se hace con gracia y estilo, sin fallas (excepto algunas cosas que señalaré a continuación) tal y como pasó con la citada Fullmetal Alchemist. Así los guionistas hicieron un buen trabajo y se podría dar la posibilidad de retomar la serie tal y como se ha hecho con FMA Brotherhood cuando se aproxime el final del manga de “Soul Eater”.

Sin embargo no escapa a fallos esta adaptación realizada, pues a pesar de cerrarse la trama principal, tramas secundarias quedan abiertas y sin respuesta. Un fallo asumible teniendo en cuenta las perspectivas actuales, además de la buena reputación de la productora, que aún no se dedica a destruir mangas en adaptaciones.

Como buen shônen, toca todos y cada uno de los estereotipos de este género, a saber: auras alrededor de los personajes pelopincho, grandes dosis de acción, diálogos manidos, el valor de la amistad y el compañerismo, etc. El gran espectador de shônens no encontrará algo muy distinto a lo habitual, excepto por el número de capítulos y por el hecho de que no se queda sólo en estas señas de identidad, sino que profundiza sobre la condición humana mediante el miedo. Como afrentar ese sentimiento de temor es una de las claves del anime, dando como posibilidades la buena: coraje, y la mala: locura, séase, deshumanización mediante la renuncia de los sentimientos.

Asimismo, es notable la influencia halloween que ostenta la serie, aunando guadañas, gatos negros que hablan (como se nota la influencia de Salem, el gato de Sabrina), shinigamis, brujas, hombres lobo, demonios situados en escenarios donde el violeta y el rojo óxido abundan; por no decir los juegos de palabras con el nombre del doctor Stein: Franken-Stein.

Otro aspecto a resaltar es el hecho de los saltos que se dan en la trama, pasando de unos objetivos a otros sin una conexión fuerte, dando la impresión que al autor se le ocurrió una idea mejor a la que tenía y decidió cambiar el rumbo de la historia.

El gran acierto del anime es combinar una buena trama, una gran animación y una considerable OST sin salirse de lo que demanda el público objetivo de este tipo de series, un shonen con todas las letras.

Por último gustaría resaltar ciertos personajes que brillan con luz propia en la serie, de esos carismáticos que conectan con el público debido a sus personalidades raritas y graciosas. Black Star es uno de ellos debido a su gran afán de protagonismo, sobreviviendo en su gran ego. Otro que podría rivalizar en ego y en lo absurdo es Excalibur (sus capítulos no son relleno, por si alguno se lo pregunta). Además sobresale la enfermiza necesidad de Death the Kid con la simetría o los pocos pero sutiles puntos ecchi que proporciona la gata-bruja Blair.