¿En quĆ© eres bueno? Soy consciente de lo poco ortodoxo que es empezar una crĆ­tica literaria con semejante pregunta, pero piĆ©nsalo: ¿quĆ© se te da realmente bien, de quĆ© puedes presumir delante de los demĆ”s, caso que quisieras hacerlo? Es posible que seas muy hĆ”bil en los videojuegos, por ejemplo. O que seas un fiera reteniendo datos. O a lo mejor sabes muchĆ­simo de un gĆ©nero musical. O incluso –por quĆ© no- puede que se te dĆ© de maravilla hacer jersey. Sea como sea, si eres bueno en algo y lo sabes, te serĆ” difĆ­cil negarte a un reto. Si alguien te dice “seguro que no puedes llevar a Ć©ste personaje a nivel ochenta en tres dĆ­as” o “seguro que yo te puedo al Trivial”, y tienes una pizca de orgullo, tendrĆ”s que recoger el guante quieras o no. Y mĆ”s o menos, esto es lo que le sucede a Honma, nuestro protagonista de La sombra del kasha. Que aunque estĆ© de baja por culpa de un balazo en la rodilla que apenas le deja caminar, sabe que es un detective y lo seguirĆ” siendo hasta cuando duerma, y por ello, no puede dejar de meter la nariz en el caso que le llevan.

Honma, viudo con un hijo que acaba de empezar a poner dos cifras en su edad, se siente picado en su amor propio por culpa de su larga baja que le impide trabajar, aunque tenga un motivo mĆ”s que justificado para ello, y precisamente ese deseo de sentirse Ćŗtil y hacer lo que mejor sabe, le llevan aceptar un caso fuera de la formalidad, para un pariente lejano de su difunta esposa, pariente que ni le va ni le viene y cuya educaciĆ³n o simplemente sensibilidad dejan bastante que desear, pero que llevarĆ” hasta el final sĆ³lo por puro amor propio de policĆ­a. Jun, el pariente de marras, estaba prometido con una preciosa mujer de posiciĆ³n social muy inferior a la suya, banquero de profesiĆ³n, compromiso que no contaba con el beneplĆ”cito de sus padres, precisamente por ese motivo de diferencias econĆ³micas. El caso es que, preparando las compras de la boda, a Jun le avisan que su prometida no puede tener tarjetas de crĆ©dito de ningĆŗn tipo debido a que consta en todos los archivos de morosidad e incluso tuvo que declararse en bancarrota personal. Cuando Jun pregunta a su novia por esto, ella se muestra visiblemente alterada y le asegura que se lo explicarĆ” todo, pero que necesita tiempo para ordenar sus ideas… y de la noche a la maƱana, la bonita novia desaparece como tragada por la tierra.

Honma se encuentra buscando a una mujer que no parece tener ningĆŗn tipo de atadura sentimental o personal; no tiene padres, hermanos ni familia alguna, no tiene amigos ni ninguna relaciĆ³n salvo la que mantenĆ­a con Jun, y el detective tendrĆ” que ir tirando suavemente del hilo para desembrollar una madeja muchĆ­simo mĆ”s complicada de lo que a primera vista pudiera parecer. Sobre todo porque la prometida, ni siquiera era quien decĆ­a ser.

La sombra del Kasha nos muestra una intriga inquietante, que huye en buena parte de los tĆ³picos del detective solitario, duro y frĆ­o, para mostrarnos a un hombre normal, un padre de familia que intenta educar a su Ćŗnico hijo como mejor puede, y que, aunque sea viudo, no es por ello un amargado y lleva una relaciĆ³n buena con sus vecinos y amigos. Un detective lleno de amor por su trabajo que no considera su oficio, como otros colegas de las novelas negras, algo como “sacar la basura”, sino mĆ”s bien un trabajo intensamente cerebral que requiere en gran parte de formularse uno mismo y formular a los demĆ”s, las preguntas adecuadas.

Si bien la novela es extensa, no es en absoluto aburrida y se centra en el caso a tratar de forma casi constante. A diferencia de otras obras similares, en las que vemos un tratamiento de alguna otra intriga paralela (por un lado tenemos el caso, y por el otro el detective intenta ligar con su secretaria, reconciliarse con su ex mujer o cosas similares), en la novela que nos ocupa, es el caso el protagonista prĆ”cticamente en todo momento, y la separaciĆ³n del argumento es puramente anecdĆ³tica y con vistas a que el detective haga la relaciĆ³n casualidad-caso de rigor (me explico: lo que sucede siempre en todas las novelas y pelĆ­culas, en las que el detective parece haber llegado a un punto muerto en su investigaciĆ³n, y de pronto hace alguna observaciĆ³n trivial y todo encaja, se enciende la bombilla, y Colombo se da una palmada en la frente); esto produce que la tensiĆ³n y el ansia de saber por parte del lector, no decaigan en ningĆŗn momento.

A pesar del absoluto protagonismo de Honma, el resto de personajes de la novela tienen todos un gran carisma y resultan identificables por su personalidad al momento (lo que resulta muy de agradecer, porque hay muchĆ­simos nombres en la novela). Si bien cada vecino, cada persona con la que habla el detective tienen su protagonismo y su importancia, a travĆ©s de ellos podemos ver el carĆ”cter afable y bienintencionado del detective por el modo en que mira a las personas y descubre cosas buenas en la mayorĆ­a de ellas. Mientras que en otras novelas policĆ­acas casi todo el mundo es desagradable, grosero, vulgar… aquĆ­ nos encontramos hablando con personas reales que, cuando alguien las trata con educaciĆ³n y buenas maneras, responden de manera similar.

Escrita por Miyuki Miyabi y ganadora del premio Shugoro Yamamoto en 1993, La sombra del Kasha es una novela de detectives en la que las hojas queman, y en la que nuestro deseo es pasar a la siguiente lo mĆ”s rĆ”pido posible. Honma, como detective, es un personaje legal que nos cuenta en todo momento lo que ve, que no se reserva pistas y a quien podemos seguir paso a paso por toda la investigaciĆ³n de forma lĆ³gica y ordenada, sin estallidos artificiosos o irreales. Una novela entretenida muy recomendable en la que el mayor misterio, es la propia psicologĆ­a humana, y el peor asesino, el sistema financiero. 

Ficha TĆ©cnica


Autor:Miyuki Miyabi
Editorial: Quaterni, 2010
352 pƔginas.
ISBN:978849377702
Precio: 19,50€